martes, 13 de marzo de 2012

Ola va, ola viene, me roza los dedos de los pies pidiéndome a gritos que me sumerja con ella, que me deje llevar como antes lo hacía, pero de nuevo le digo que no, y se va, sin mí.


Veo como se aleja rápidamente de mí, como deja a su paso gotitas de agua en mis pies, y cómo estos se encojen queriendo esconderse de las ganas de irse tras ella… 


Si pudiera volver atrás, si pudiera hacer que volviera a mis pies… disfrutaría ese momento con más intensidad, quizás le volvería a decir que no, pero ¿quién sabe? ¿Por qué no una segunda oportunidad? Para poder decidir realmente lo que quiero, en ese momento tenía frío, no sabía qué hacer, pero ahora que el sol ha salido... me dejaría llevar hasta el fondo del mar.