Él sentado junto al árbol, viendo como el sol desaparece entre las montañas pobladas de árboles y malas hierbas.
Ella al otro lado del país viendo ese mismo espectáculo.
Y ambos imaginando toda una vida juntos.
Imaginando…
La arena roza su piel, los brazos de él la rodean desde arriba, creando un sofocante calor entre las dos.
Él la besa por el cuello, bajando por sus jóvenes pechos, erizando esos pezones rosados.
Él le levanta la camiseta dejando el ombligo al aire empieza a chuparlo, a rodearlo con su lengua, dejando restos de él. Sabe que eso a ella le encanta, además… empieza a gemir cuando él se detiene aquí.
Su paquete se va agrandando al oírla, y decide no quedarse ahí, seguir bajando hasta el botón del pantalón que no tardará mucho en ser desabrochado.
Ahí esta, ahí delante se encuentra la caja de Pandora al descubierto.
Ella nota como la suave brisa acaricia su cuerpo desnudo, y a la misma vez siente la respiración de él sobre sus ingles, entre sus ingles.
La punta de la lengua se adentra en los labios, y estos poco a poco van dejando las puertas abiertas… la dilatación es cada vez mayor y el observa la evolución, creando una mayor excitación.
Ahora ya los dos desnudos y con la luna ya sobre ellos, se rozan cada vez más, cada vez con mas fuerza y velocidad. Los gemidos de ambos son cada vez mayores, con algún grito de ella por en medio.
Y cuando ella ya no puede más, coge el pene de el adentrándolo en su cuerpo, sintiéndolo. Ella le pide que la folle, que se la meta cada vez mas rápido, que se la meta entera, y que no pare.
-¡dime guarradas!- le pide ella
-zorra! Guarra! Puta!
Ella empieza a gritar cada vez mas, cada vez más, y dice…
- Me corro! Me corro! No puedo mas! Joder!
Él le tapa la boca porque no aguanta más sus gritos y se pone de rodillas para que el pene entre mejor, y ella creyendo que ya había terminado el orgasmo siente como este se prolonga siendo mas profundo.
Nunca la habían follado así, nunca sintió lo que sentía por el, pero ahora nada de esto vale.. Pues solo era parte del pasado, y el ya no se encontraba a su lado.
