
Te notaba muy cerca
como una planta que se va regando,
tú eras mi agua.
Y tan rápido te has ido…
me has dejado secar.
Has buscado otra flor que regar
y yo mientras tanto
me voy pudriendo por dentro,
viendo como ella va floreciendo.
Punto y final a un intentado comienzo,
Una tubería rota en mi suministro.
Sabia que pasaría pero no tan pronto,
tan rápido y menos que todo pasaría así.
Resulta que yo solo soy una mala hierba
que nunca debió nacer, que fue regada sin querer.
Que se regó con la lluvia y no con tu querer.
Ella, ella, ella es una bonita rosa,
con un color intenso,
a la que cuidas y veneras cuando tiene sed.